¿Qué aporta el comercio electrónico en la nube?
Se ha hablado mucho del cloud computing, del SaaS o software como servicio, de las ventajas y desventajas que aporta la nube… Pero, ¿también puede aplicarse al comercio electrónico?
Queremos en este artículo dar un repaso a los conceptos, los tipos de nubes existentes y ver de cerca de forma objetiva cuáles son las ventajas y desventajas del cloud computing para el sector eCommerce.
Aclarando conceptos
El concepto de la nube es muy sencillo y a la vez revolucionario. ¿Por qué almacenar datos de la empresa en nuestros servidores o descargar programas cuando podemos tenerlos online y despreocuparnos de capacidad de almacenaje o problemas de seguridad, y acceder a esa información en cualquier momento y desde cualquier lugar? De eso trata el cloud computing. Victor Pimentel, ingeniero informático, desarrollador web y Blogger define la nube como la web 2.0 SP1, porque para él es simplemente Internet y las posibilidades que permite. “Supone la transición del modelo tradicional de las aplicaciones hacia el nuevo modelo sobre Internet basado en servicios (que no aplicaciones)” señalaba en uno de sus posts para Anexom.es. Desde Telefónica también definen la nube como un sinónimo de Internet. “Cuando se dice que una aplicación reside en la nube lo que se está diciendo es que está alojada en un servidor conectado a Internet pero que, como no se sabe exactamente dónde está ese servidor, nos referimos a él de forma abstracta como que está en la ‘nube’.” Sobre el concepto de cloud computing se basan tres servicios: el SaaS el PaaS y el IaaS. El SaaS -siglas de Software as a Service- es el software como servicio, aplicaciones que, en vez descargadas en un PC concreto e instaladas en él (con el coste de licencia asociado), se paga por ellas según lo que se las utilice. “Se accede a ellas por Internet, con un navegador, o con una aplicación cliente que se instala localmente en el PC, y la lógica de la aplicación, así como los datos, están en Internet” comentan desde Telefónica. PaaS o Platform as a Service, son servicios que ofrecen API’s, aplicaciones y plataformas para el desarrollo de entornos de comercio electrónico. Están pensadas para entornos transaccionales en los que se puede permanentemente extraer e importar datos sobre ellas. Por último el IaaS o Infraestructura como servicio -Infrastructure as a Service en inglés- implica una gran escalabilidad según las necesidades, para adaptarse a periodos de mayor o menor demanda, y es una solución más compleja que el SaaS.
Estar en la nube
Desde Telefónica señalan como una de las principales ventajas de los servicios de cloud computing la rapidez en la implantación., ya que el cliente puede acceder en minutos a la mayoría de los servicios a través de un portal web. Como ejemplo señalan el servicio de Virtual Data Center, que permite que el cliente se construya un centro de datos completo (servidores, infraestructura de red, firewalls, balanceadores de carga, almacenamiento, sistemas operativos, configuración y políticas de backup) con un portal de auto-provisión simplemente utilizando el ratón en cuestión de minutos. “En un modelo tradicional, el cliente tendría que habilitar espacio físico para las máquinas, correctamente ambientado y securizado, comprar el equipamiento, instalarlo, cablearlo y configurarlo, lo cual podría llevar meses” afirman desde la multinacional de telecomunicaciones. El director corporativo de I+D y Estrategia de Productos y Servicios de Sage España, David Millet, comenta que esa rapidez en la implantación acelera a su vez el retorno de la inversión, y por eso “el entorno de la pyme será el más receptivo a este nuevo modelo, que además podrá ir implantando de forma escalonada, en paquetes que ofrezcan conjuntamente web y cloud”. El comercio electrónico también puede realizarse a través de soluciones en la nube y beneficiarse de las ventajas que aportan estos servicios. Álvaro Montero, director comercial de Ran Networks, comenta que el cloud computing constituye para las pymes una alternativa low cost para la inversión en tecnologías de la información, a la vez que resuelve problemas asociados a la disponibilidad del servicio desde cualquier lugar o a la adaptación a las variaciones estacionales del mercado (rebajas, navidades, etc.). Otra de los puntos a favor es que se puede comenzar a utilizar el servicio y pagar por lo que necesite inicialmente, creciendo o decreciendo en el tiempo según lo que vaya usando y solo pagando por los recursos utilizados. Por eso favorece una reducción de costes respecto a otras soluciones. La estandarización del servicio y la automatización de los procesos, con herramientas en manos de los clientes son otras de las ventajas que enumera Montero.
A tener en cuenta
Pero también hay que tener en cuenta algunos factores antes de lanzarse para evitar sorpresas. “Las empresas deben prestar atención a los acuerdos de nivel de servicio (ANS o SLA, en inglés) mediante los cuales el proveedor del servicio garantiza unos niveles de disponibilidad de servicio mayores o menores (el llamado uptime), en función de lo que necesite el cliente”, recomiendan desde Telefónica. Juan Macias, consultor en Comercio Electrónico, CEO de demartina.com y presidente de la Asociación Española de Expertos en eCommerce, señala que hay que tener en cuenta que aunque en un servicio el uptime sea del 99%, que implica un fallo de tan solo unas horas uno o dos días al año, “cuando utilizamos más de un servicio, se van sumando probabilidades de fallos”. En su post “¿Usas la nube o dependes de la nube?”, Macias también señala que hay que cuantificar esas pérdidas en caso de no tener servicio, ese coste de oportunidad perdido, y, en el caso de servicios complementarios como los servicios de recomendaciones y las herramientas de medios sociales, optar por aquellos servicios que en caso de no estar disponibles no interrumpen el uso de la página.
Desde Telefónica también aportan que el proveedor debe ofrecer informes y transparencia sobre el funcionamiento del servicio para que las empresas puedan comprobar que el servicio cumple los requisitos de calidad que necesita. En línea con el anterior punto se encuentra la necesidad de asegurarse de que los proveedores del servicio no puedan utilizar los datos que les aportamos y el tratamiento que tendrán los mismos.
El presidente de la Asociación Española de Expertos en eCommerce comenta que “la mayoría de servicios SaaS no contemplan la opción de exportar/importar, mientras que en USA donde hay más competencia, el cambiar de servicio en la nube en más normal”. Telefónica aporta que el problema es tecnológico, ya que no existen interfaces de comunicación comunes entre los diversos proveedores de servicios cloud. “Es decir, no se ha llegado a un acuerdo entre los distintos proveedores para tener un lenguaje de comunicación común de forma que los datos descargados de uno puedan ser directamente cargados en otro. Se están haciendo avances en algunos servicios como puede ser el servicio de Terabox de Telefónica que pronto permitirá importar de forma masiva datos, pero esta sigue siendo una asignatura pendiente”, reconocen desde la empresa.
También es recomendable informarse de en qué lugar se encuentran físicamente los servidores que nos darán los servicios, ya que en caso de existir algún problema legal tendrá que resolverse mediante las leyes del país donde se encuentre. Juan Macias recomienda servicios ubicados en España o reino Unido porque las legislaciones son similares y hay una buena velocidad de conexión, mientras que “en Francia son muy restrictivos y te pueden cortar el acceso ante el mínimo problema”.
¿Nube privada, pública o híbrida?
El Instituto Nacional de Estándares Tecnológicos de Estados Unidos (NIST) hace una definición sencilla de los distintos tipos de cloud computing. Por un lado está la nube pública, en la que los servicios están disponibles para los proveedores de servicios externos a través de Internet. En la privada en cambio los datos y procesos se gestionan dentro de la organización, por lo que no se ven afectados por los riesgos de seguridad, el ancho de banda o los requisitos legales que aparecen en la nube pública. También se encuentra la community cloud para organizaciones que colaboran entre sí, compartiendo el acceso a los datos y aplicaciones en la nube. Por último la nube híbrida es una mezcla de pública y privada que interactúan entre sí.
¿Cuándo es recomendable utilizar cada una de ellas? Las nubes públicas son útiles si los datos que vamos a aportar no son datos sensibles, porque resultan más baratas, pero se corre más riesgo de fugas de información. Telefónica señala que puede ser necesario utilizar nubes privadas cuando el cliente ya tiene infraestructura comprada que está dando servicio adecuadamente o tiene que interconectar sistemas antiguos no virtualizables. “En esos casos, la virtualización (nube privada) permite optimizar el aprovechamiento de la infraestructura frente a un modelo no virtualizado, aunque no se obtienen los mismos ahorros de coste ni la misma flexibilidad que ofrece el pago por uso de la nube pública”. Es en caso de necesitar crecer cuando tiene sentido la aparición de las nubes híbridas. De esta forma el cliente puede utilizar su nube privada y, en vez de comprar nuevo equipamiento para crecer, utilizar la nube pública para los picos de capacidad. Como comentan desde la empresa de César Alierta, en este caso “es importante que exista un modelo de gestión híbrida de forma que el cliente utilice un único portal de gestión y desde él pueda gestionar tanto su nube privada como pública”.
Las Administraciones públicas se implican
Desde las Administraciones Públicas han sido conscientes de la importancia y el interés del cloud computing, y se están realizando acciones para apoyarlo. Recientemente se ha creado el llamado “Club Computing” en Sevilla, un centro pionero encaminado a ayudar a pymes y emprendedores a adoptar esta tecnología. Este centro ha contado con la inversión de dos millones de euros por parte del Ministerio de Industria, a través de Red.es y con la financiación de Fondos Europeos de Desarrollo Regional (Feder) y será gestionado por la Asociación de Empresarios de Tecnologías de la Información y Comunicaciones de Andalucía (Eticom).
Dentro de este proyecto se enmarca también el llamado “Clouding Point”, gestionado por Microsot y Vodafone que han actuado como socios colaboradores con una inversión de 1,8 millones de euros para los próximos tres años y que asesorará a más de 2.500 profesionales en servicios en la nube, tanto a los grupos que quieran comenzar a utilizar este método de trabajo como a los creadores de aplicaciones en este campo. No solo las Administraciones Públicas, sino también las Asociaciones han comprendido en seguida la importancia del sector y la necesidad de instruir a las empresas en su regulación normativa. La Asociación Española de Derecho del Entretenimiento (DENAE) organizaba en octubre de 2010 el llamado “Foro DENAE – Cloud Computing” encaminado a examinar todas las implicaciones jurídicas que tiene el cloud computing, así como darles una adecuada respuesta. En Europa se ha creado la Asociación Europea de Cloud Computing (Eurocloud), que engloba 27 países entre los que se encuentra España, para dar a conocer y estandarizar el uso de la computación en la nube y crear una red de conocimiento paneuropea. El futuro en la nube Hasta el momento han sido sobre todo las grandes empresas las que se han lanzado a la nube, pero poco a poco las pymes van perdiendo el miedo y disfrutando de las mismas ventajas que ellas. Gartner vaticina que durante los próximos cinco años las empresas en el mundo se gastarán 112.000 millones de dólares en total entre proyectos de software como servicio (SaaS), plataforma como servicio (PaaS) e infraestructura como servicio (IaaS).
En España, las estimaciones realizadas por Sage apuntan a que 2012 será el año definitivo del despegue del Cloud en España, centrado sobre todo en el modelo de Software como Servicio (SaaS).
Para ese año, un 18% de las empresas españolas ya lo estarán utilizando, y será un despegue que irá acompañado de otras herramientas, como las Plataformas como Servicio (PaaS) y la Infraestructura como Servicio (IaaS). “El traslado, cada vez mayor, de las funcionalidades corporativas al entorno móvil potenciará a su vez las aplicaciones para Mobile Cloud, que se revelarán como una herramienta imprescindible”, señala David Millet. Las estimaciones son por tanto muy positivas y parece que el cloud computing llegará cada vez a más empresas en poco tiempo, y llevará el comercio electrónico a la nube.
Fuente: ICEX. Autora: Inés Ramírez Nicoláshttp://www.emarketservices.es/icex/cda/controller/pageemarket/0,3200,1480591_1515907_1517627_4506785,00.html
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