VERTEDEROS TECNOLÓGICOS

por Desire Esquivel · Publicada 25/06/2013 · Actualizado 04/02/2014

EL GRAN PROBLEMA DEL SIGLO XXI

Desde Inercia Digital queremos hacer eco del grave problema que nos rodea, y del que no somos del todo conscientes, que es la gran cantidad de basura tecnológica que se genera en el mundo y los problemas que esto conlleva.

Agbogbloshie1 Podemos llamarla de muchas formas: vertederos tecnológicos, basura tecnológica, chatarra electrónica o ciberbasura. Pero, en cualquier caso, nos referimos a los residuos generados por los aparatos eléctricos y electrónicos cuya vida útil ha terminado y que tienen como destino el basurero. Se les conoce normalmente como RAEE (Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos).

En España es el Real Decreto 208/2005 del 25 de febrero el que regula la gestión de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, y la composición y restricción de determinadas sustancias en la fabricación de estos aparatos.

A menudo se envían estos residuos desde Europa, EEUU y otros países desarrollados hacia Asia y África de manera ilegal, sin pensar en la grave repercusión que eso provoca. Los materiales son exportados como “bienes de segunda mano” y, supuestamente, pretenden ser reutilizables. Pero la mayoría de estas mercancías importadas se rompen y no pueden utilizarse de nuevo. Lo único que se consigue con ello es que la población más pobre de estos países busque entre los escombros y quemen plásticos para separar los metales valiosos como el aluminio o el cobre, generando un proceso que contamina el medio ambiente y expone a los trabajadores a gases tóxicos.

En Ghana no existen leyes que regulen la llegada de esta basura electrónica, aunque las autoridades aseguran que están en ello pero mientras por el puerto de Tema, el más grande de Ghana, siguen llegando contenedores repletos de viejos aparatos electrónicos que tarde o temprano van a parar a Agbogbloshie. El siguiente es un interesante reportaje de investigación realizado por el equipo de En Portada de Televisión Española realizado en el vertedero de Agbogbloshie, a las afueras de Accra, la capital de Ghana, principal vertedero al que van los residuos europeos y muestra la cruda realidad de este sitio.

El mayor vertedero del mundo de ese tipo se encuentra en China, concretamente en la ciudad de Guiyu, información que el propio gobierno chino ha confirmado. Se calcula que en esa ciudad trabajan 150.000 personas para tratar la basura que llega, principalmente, de EEUU, Canadá, Japón y Corea del Sur. China es el receptor del 70% de basura electrónica.

¿Pero cuánta basura electrónica se produce en el mundo? El número asciende a 40 o 50 millones de toneladas al año, y la tendencia es que el problema se agrave hasta proporciones incalculables.

¿Por qué se genera tanta cantidad de residuos tecnológicos?

Aquí debemos hablar de la obsolescencia programada, es decir, la determinación, planificación o programación del fin de la vida útil de un producto o servicio de modo que tras un período de tiempo calculado de antemano por el fabricante o por la empresa durante la fase de diseño de dicho producto o servicio éste se torne obsoleto, no funcional, inútil o inservible. Por supuesto, el objetivo de la obsolescencia programada es el lucro económico, pero no se tuvo en cuenta el impacto medioambiental que esto supondría.

Se sabe que el tiempo estimado de vida útil de un ordenador es de diez años pero, la mayoría de las veces, se desechan antes de este periodo de tiempo ya que el avance tecnológico crece a tal ritmo que, junto con el bajo coste que están tomando, hacen que sea cada vez más fácil y rápido la sustitución de estos aparatos tecnológicos por otros más nuevos.

Os recomendamos que veáis este documental titulado “Comprar, tirar, comprar”, que explica muy bien cómo funciona este tema.

¿Qué riesgos conllevan los vertederos tecnológicos?

Mientras el móvil, el monitor del ordenador o el televisor están en nuestras casas no generan riesgos de contaminación. Pero cuando se mezclan con el resto de la basura y se rompen, esos metales tóxicos se desprenden y pueden resultar mortales.

A través de este enlace encontraréis una relación de componentes contaminantes, y en qué lugar de nuestra basura electrónica se encuentran, así como algunos efectos nocivos que provocan algunas de estas sustancias en nuestra salud.

¿Cómo evitarlos? Posibles soluciones

A continuación os indicamos algunas de las soluciones que están al alcance de nuestra mano para evitar en la medida de lo posible, el crecimiento de los vertederos tecnológicos:

– Recogida en tiendas donde compramos nuevos productos. La tienda tiene obligación de aceptar la entrega de un producto viejo cuando vende uno nuevo de tipo equivalente o de igual función, sin coste para el último poseedor. El distribuidor los entregará luego al gestor designado por el productor que le abastece.

En el caso de que un instalador profesional realice la sustitución de un aparato eléctrico o electrónico, podrá hacerse cargo de los residuos y entregarlos al mayorista al cual compró el conjunto de aparatos nuevos que instaló, que adquiere aquí la figura del vendedor, y por tanto debe recibirlos y proceder a su gestión.

– Los usuarios de RAEE utilizados en sus hogares deberán entregarlos, cuando se deshagan de ellos, para que sean gestionados correctamente. Pueden hacerlo a través de dos sistemas: uno, llevándolos a un punto limpio (éstos pueden ser fijos o móviles, como camiones); o llamando a su Ayuntamiento, que dispone de un servicio de recogida de voluminosos y pasan a recogerlos.

– Donar los equipos rotos o viejos a organizaciones que los reparan y reutilizan con fines sociales.

– Reciclar los componentes que no puedan repararse. Hay empresas que acopian y reciclan estos aparatos sin costo para los dueños de los equipos en desuso.

– Y, por supuesto, incorporar el consumo responsable que incluya el reciclado de los equipos electrónicos y reducir la generación de desechos electrónicos a través de la compra responsable y el buen mantenimiento.

Las siglas SIG se refieren al concepto “Sistema Integrado de Gestión”. Se trata de entidades constituidas sin fin de lucro, participadas por los productores de aparatos electrónicos y cuyo objetivo principal es la gestión de los RAEE. En la actualidad existen diversos SIG que están especializados en cada una de las categorías de aparatos eléctricos y electrónicos que regula el R.D. 208/2005. Entre ellos están: ECOLUM, AMBILAMP, ECOLEC y ECOTIC.

Seamos conscientes del gran problema que supone la basura tecnológica. Este es un trabajo de todos.