Utilidad de las ayudas y subvenciones desde dos perspectivas: macro y microeconómica.
Antes de entrar en materia quiero saludaros a todos y espero de todo corazón que el artículo sea útil para todos vosotros, o por lo menos os haga reflexionar. y es que desde mi modesta opinión siempre he pensado que la mejor manera de transmitir conocimiento, es inculcando al receptor una inquietud o intriga que sólo se calme mediante la búsqueda por medios propios de la verdad.
Me gustaría empezar comentando la utilidad y los efectos que tienen las ayudas o subvenciones, más concretamente las ayudas o subvenciones a las empresas nacionales, y además, me gustaría abordarlo tanto desde un punto de vista macroeconómico como microeconómico, ya que según desde la perspectiva que se estudie tendrá una utilidad u otra, diferentes, pero increíblemente interrelacionadas.
Comenzaremos la casa por el tejado, hablando de los efectos que tienen las ayudas para la empresa (nivel microeconómico). Ustedes dirán, es muy simple, las ayudas sirven….. pues para ayudar. Pues tienen toda la razón, pero a veces si no se toman algunas recomendaciones, pueden provocar el efecto totalmente contrario.
Pongamos el ejemplo de una empresa de nueva creación, cuyo plan financiero tiene como base financiar el 50% de sus inversiones con capital propio, y el otro 50% a partes iguales entre deuda bancaria y ayudas o subvenciones. Hasta ahí parece todo correcto, pues no, en ese plan financiero se ha incurrido en un error que puede traer nefastas consecuencias para la empresa, y es que una de las cosas que tenemos que tener siempre presente es que “jamás y repito jamás”, debemos considerar como base de financiación una ayuda, ¿Y esto porqué?…pues muy sencillo, las subvenciones o ayudas no es una manera segura de financiarse, puede darse el caso, que incluso aún cumpliendo todos los requisitos de las bases de dicha ayuda, no se reciba la prestación económica que se solicitó, ya sea por el agotamiento de los fondos que tienen destinados a ese fin la entidad concesionaria, o por cualquier otra circunstancia. En ese caso nos encontraríamos con un agujero económico, que nos acarrearía un grave problema, si no se encuentra otra alternativa para intentar tapar ese déficit de financiación.
Para darle un poco más de fuerza a este argumento, y para que quede aún más clara mi frase anterior, la de “jamás y repito jamás”, vamos a tratar el tema de las subvenciones a la inversión, y es que la mayoría de éstas tienen una peculiaridad bastante destacada: el cobro de la subvención se produce de manera posterior a la realización de la inversión, por lo que para iniciar y realizar la inversión subvencionada previamente deberemos buscar los recursos económicos necesarios para llevarla a cabo, ya sea del propio bolsillo de la empresa, o del bolsillo de la entidad bancaria, el cual, en estos tiempos que corren tiene una cremallera algo atascada, y nos llevará sangre sudor y lágrimas conseguir abrirla. Con todo esto espero que haya quedado claro, esta premisa, al igual que espero que siempre esté presente en la elaboración de nuestro plan financiero. No pensemos que la subvención será el puente para realizar nuestro proyecto, ya que es un puente demasiado delicado, y en cualquier momento puede caer arrastrando nuestro futuro empresarial con él.
Por lo comentado con anterioridad, podrían llegar a pensar que las ayudas ya no ayudan tanto, pero tampoco es así, ya que es un instrumento que utilizándolo de manera correcta y una vez que se nos concede, tiene multitud de efectos positivos en la empresa, y es que significa una aumento de capital para la misma, que puede traer consigo una infinidad de beneficios, como por ejemplo ayudar a realizar mejoras en la empresa que la lleven a aumentar su productividad, una menor necesidad de financiación……e incluso estimularla para la realización de futuras inversiones, entre otros muchos.
También me gustaría precisar que es bastante importante, el correcto análisis de las bases de estas subvenciones o ayudas, es necesario detenerse con calma a leer todos los aspectos y las peculiaridades de cada una, para evitarnos así futuros problemas derivados de una mala interpretación que pueden llevarnos a no recibir la prestación. Las bases de las ayudas se publican por norma general en el BOE (Boletín oficial del estado) y en los diarios oficiales de las diferentes comunidades autónomas, por si alguien desconoce dónde encontrarlas.
Ahora vamos a hablar de los efectos macroeconómicos que tienen estas ayudas, y para comenzar vamos a utilizar como trampolín dos beneficios empresariales que estas pueden traer consigo: el aumento de poder adquisitivo para las empresas, y el aumento de plantilla que pueden suponer. Y es que desde mi punto de vista las empresas no son las únicas que se benefician de esto, en definitiva toda la economía nacional se verá activada por ellas, me explico, las empresas al recibir las subvenciones tendrán un poder adquisitivo mayor que las llevará a aumentar en la mayoría de las ocasiones su gasto, ese aumento del gasto se transformará en un aumento de ingresos para otras empresas proveedoras de ésta, que verán aumentada su demanda y por consiguiente su producción, al aumentar su producción es posible que necesiten contratar más trabajadores para cubrir ese exceso, esos trabajadores, que con bastante seguridad estaban en situación de desempleo verán aumentado su poder adquisitivo y en consecuencia gastarán más, ¿Y donde irá a parar ese dinero?….pues es la pescadilla que se muerde la cola, el aumento de poder adquisitivo de los trabajadores, irá a parar otra vez a las empresas, que verán como en el caso anterior, como aumenta su demanda…..su producción y por ende su plantilla.
Ustedes podrían estar de acuerdo conmigo, pero quizás algunos matizan mis palabras, y piensen que la deuda que acarrea el estado le impediría dotar a las empresas con este tipo de ayudas, que sería un gasto que las arcas públicas no podrían asumir, pues bien, yo creo desde mi humilde opinión que esto no es un gasto, esto es una inversión, ya que al aumentar el consumo en la economía nacional el estado vería aumentar sus ingresos por medio de la recaudación del iva, esto es una relación causal, a mayor consumo mayor recaudación de este impuesto, y esto no es todo, las empresas aumentarán sus beneficios y por consiguiente su base imponible en el impuesto de sociedades, que nos llevaría de nuevo a un aumento de la recaudación pública, y todo ello sin contar el ahorro en las prestaciones por desempleo, al reducirse con esto considerablemente la tasa de paro. Con todo esto, ahora sí podríamos llegar a pensar que todos saldríamos beneficiados por este tipo de acciones.
En definitiva es una espiral que nos llevaría a aumentar la competitividad de las empresas, a reducir considerablemente la tasa de paro, y en definitiva a reactivar la economía. Quizás sea una impresión mía, pero las ayudas, pueden ayudar en este sentido más de lo que parecen, en nuestro país, con una tasa de desempleo por las nubes e innumerables empresas echando el cierre, me atrevería a decir que es una buena solución para ayudar a salir de la situación de crisis actual, no la única, ni tan siquiera la definitiva, pero sí una idea a tener en cuenta.