El Internet de las cosas

Fuente: teamarin.net

Fuente de imagen: teamarin.net

Internet es un ente vivo, dinámico, en constante cambio. Tan importante es saber lo que está en tendencia en la actualidad, como lo que se está gestando para el futuro de la red. Hoy vamos a hablar de lo que podría convertirse en la nueva generación de la red de redes: El internet de las cosas (the internet of things en inglés).

¿En qué consiste? En pocas palabras, se trata de una vida más inteligente e interconectada a través de la red. Pero no sólo entre ordenadores y móviles como tenemos hoy en día, sino que cada aparato u objeto que poseas, por ejemplo, tu refrigerador, te avise cuándo te toca hacer la compra, qué productos debes comprar, y mejor aún, que sea el mismo refrigerador el medio para hacer la compra y que te la lleven a casa más tarde. El internet de las cosas (IoT, por sus siglas en inglés) abarcará cualquier objeto que se te pueda ocurrir, desde tus cepillo de dientes a tus zapatos o tu aire acondicionado; eso sin siquiera mencionar todos aquellos artilugios que ahora ni nos imaginamos y podrían convertirse en algo tan habitual como lo han sido recientemente las tablets. Cada aparato recolectará información sobre nuestros hábitos de uso o consumo, la analizará mediante aplicaciones, y a cambio nos dará recomendaciones para mejorar nuestro estilo de vida.

¿Y por qué el internet de las cosas? Curiosamente, este término no es nada nuevo y puede parecer hasta un poco vago al principio. Fue acuñado por Kevin Ashton en los años 90s para referirse a algo distinto: el reencuentro del ser humano con el mundo físico, en lo que lo digital no sea un terreno alejado de lo analógico, sino que, al contrario, ambos estén íntimamente unidos y trabajen en conjunto. Ashton destaca que el ser humano es un ente físico así como el ambiente que lo rodea, y que por tanto, “las cosas” tiene un mayor peso que las ideas. No se trata sólo de que dediquemos parte de nuestro tiempo a añadir más bytes a nuestros ordenadores mediante textos, programas o cualquier clase de multimedia; sino que sean los mismos ordenadores que cuenten con sus propios mecanismos para crear información particularmente relevante sobre nuestros objetos y nos ayuden a ahorrar costes y tiempo. Aunque el término ha ido adquiriendo otro sentido, podemos ver que no se ha alejado mucho del original.

Una revolución de este tipo implicará un cambio profundo en el seno de las marcas y sus productos, puesto que se ofrecerán solamente objetos inteligentes que conecte con todo lo demás que tengamos. Sin ir muy lejos, ya podemos verlo con productos de Google como Glass y Nest (termostatos y alarmas), y con relojes inteligentes que usan aplicaciones para monitorear nuestras actividades físicas e ir mejorando en ellas. Todo esto contribuirá de forma paulatina al concepto de las casas inteligentes.

¿Qué desventajas podríamos enumerar del IoT? Está claro que no todo son ventajas. El problema más evidente es la facilitación de datos privados y la preocupación por la seguridad de los mismos. Por otra parte, se teme que la misma exposición de datos reduzca nuestra autonomía y control sobre nuestra propia vida, ya que podría crearse una dependencia a seguir solo lo que nos indiquen estos aparatos o que sepamos demasiado sobre cada objeto en casa hasta rozar lo absurdo. A esto se suma la creencia de que habrá un incremento de hackers que no sólo atacarán virtualmente sino físicamente, o que nuestros hogares podrán verse infectados por virus informáticos. También puede existir el riesgo de un mayor impacto ambiental.

Hay quienes dicen que estos temores son sólo infundados por los más escépticos y que se está trabajando en políticas de protección de datos y sistemas de seguridad en los propios objetos inteligentes, y que la ventaja de los mismos radica en su utilidad en la vida diaria y no en su complicación. Además, serán éstos quienes nos ayudarán a mejorar nuestro uso de energía, por lo que creará un efecto positivo en el medio ambiente.

Aunque se está trabajando en llevar todos estos avances a la vida diaria, son los propios usuarios, al fin y al cabo, quienes determinarán si tendrán éxito o no. Es importante destacar que lo aquí expuesto es una mínima introducción de un concepto que, a pesar de sonar mucho a ciencia ficción,  cuenta con el interés de muchos gobiernos y empresas (Google, Apple, Sony, Samsung, etc) que están invirtiendo en ello. De hecho, existe un consejo de investigación encargado de seguirle el rastro a cualquier innovación relacionada al IoT, además de hacer previsiones sobre sus múltiples aplicaciones en el futuro.

En mi próximo artículo analizaremos qué consecuencias entrañan todos estos cambios en el mundo del marketing, especialmente en el marketing digital. De momento os invitamos a que déis vuestra opinión sobre este inquietante tema. ¿Qué pensáis de toda esta revolución inteligente? ¿Lo véis factible? ¿Qué consecuencias creéis que pueda haber además de las ya mencionadas?

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Jomeydy F. Báez

Alumno en prácticas at Inercia Digital S.L.
Licenciado en Filología Inglesa por la UHU. MBA por ITEAP. Me encantan las artes, sobre todo la literatura, la música y el cine.

5 thoughts on “El Internet de las cosas

  1. Efectivamente es útil y necesario hablar de lo que viene. Al referirte al IoT tocas un tema poco tratado. Me gustó te aportación.
    Al leerlo me vino a la mente la imagen de Mikey Mouse en «El Aprendiz de Brujo» en la escena en la cual pierde el control de los utencilios.
    Saludos.

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